Cuando toca, toca.

Los humanos no somos seres inmortales, aún... vivimos día a día con la seguridad que algún rato vamos a morir aunque obviamente todos esperamos que ese día no se apresure en llegar, a menos que no le encuentren el gustito que nos da la vida para vivirla, en fin... empecemos. Resulta poco común que alguien te pregunte como te gustaría diseñar tu tumba; pero en esta ocasión me toca hablar del tema que al mismo tiempo es interesante. En primer lugar, quiero dejar en cargo a todos los que me conocen y puedan tener la oportunidad de leer estas palabras, que mi deseo no es ser únicamente enterrada de la forma como la mayoría de las personas lo hacen, es decir, en un cementerio, después del velorio, en ataúd, etc. lo que espero es que mi cuerpo sea cremado y bueno aquí vienen dos dudas mías, ya que no estoy muy segura el dónde quiero que derramen mis cenizas. Obviamente tengo dos opciones que hasta ahora no las cambio por nada; la primera, es el lago Titicaca, que esta ubicado en el Altiplano andino en los Andes Centrales. ¿Por qué escogí este lugar? pues por varias razones, mis abuelitos me explicaban que Copacabana era un pueblo mágico, y aun mucho más el hermoso lago que es un precioso atractivo para miles de visitantes. Ademas, desde que era muy niña hacía constantes viajes con toda mi familia, y puedo decir que uno de los mejores recuerdos de mi infancia son en la playa del Titicaca. Le tengo mucho afecto, recuerdo que también decían que las aguas del lago eran milagrosas y purificadoras. No olvidemos que también el Titicaca tiene sus misterios, conformados por mitos y leyendas que te permiten imaginar miles de aventuras del más allá. Y aunque no sepamos con exactitud que es lo que hay después de la muerte, me gustaría seguir viviendo aventuras y descubriendo nuevos caminos que esperan ser recorridos. Mi segunda opción, conlleva algo más de esfuerzo, pues algo más complicado; sin embargo es igual de válida que la primera, aunque la historia es diferente. Hubo una época en mi vida que me encontraba muy cerca de la muerte, aproximadamente el 2014 me encontraba muy delicada, en el hospital y en terapia intensiva, y en una de esas noches de delirio, donde no distingues lo verídico de la imaginación, la realidad del sueño, recuerdo que me encontraba rodeada de las Pirámides de Egipto, y a medida que avanzaba podía notar muchos símbolos arabescos, entre otros. Recuerdo que podía sentir el viento soplando en mi rostro, jugando con mis cabellos, el sol, radiante en el cielo, y la arena en mis pies. fue una experiencia única, jamas había vivido con tal intensidad un momento irreal. me sentía muy cómoda, tranquila, una paz... simplemente inexplicable. El lugar me llamaba y yo quería quedarme ahí, no deseaba irme. Pero me hicieron reaccionar y cuando finalmente pude abrir los ojos me encontré rodeada de hombres y mujeres con batas y barbijos que decían: "Ya, ya, abrió los ojos, Lizeth, Lizeth, me escuchas..." No volví a ese lugar, ni a sentir un sueño tan real como aquella vez. Pero se que de alguna manera debo volver, y aferrándome a mi experiencia, decidí que en el centro del inmenso Desierto del Sahara debían mezclarse mis cenizas junto la arena y volar libres con el viento hacia el cielo. También, creo, esta inclinación mía es debido a que desde muy niña me llama mucho la atención de todo lo relacionado con los países orientales, específicamente los árabes, Egipto, entre otros. Sin olvidar que me encanta bailar Árabe. Mi papá, hace años tuvo una fuerte operación, y una vez me comentó que él sentía que era árabe y miraba paisajes que posteriormente vio en una película de esta región y le dio un "deja-bu" pero esa es otra historia que se contará en otra ocasión. 
A manera de concluir, debo decirles, queridos lectores y amigos que me siento satisfecha de poder haber compartido estos deseos; claro que no todo sale siempre como uno desea, entonces, solo entonces podría aceptar en ultimo caso que si mi cuerpo tienen que estar en un ataúd, velándose en una sala de esas que adornan con rosas, para luego ser llevada al cementerio, me gustaría que en mi tumba este con letras claras y grandes: "Y.. se acabó la fiesta". 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Construyendo pirámides

“Pulp Fiction” (Tiempos Violentos)

La leyenda negra y la leyenda blanca de la conquista de América