Entre ritos y creencias
Entre
los rituales de la muerte del mundo andino, podemos encontrar diferentes costumbres
que practican las personas cuando un ser conocido o familiar parte de este
mundo. Anduve investigando sobre los distintos ritos andinos que se realizaban
a lo largo de la historia, por ejemplo que antiguamente se enterraba a los
hombres con sus mujeres; en las crónicas consultadas, se relata que, aparte de
las mujeres y sirvientes que acompañaban a difunto, también se le ponía ropa
nueva, comida y utensilios que hubieran usado en vida, con el propósito de que
alma se sustentase durante su largo camino hasta el otro mundo. Además, durante
las fiestas destinadas a los muertos, el primero y dos de noviembre, se les
ofrecía viandas, y aún en la actualidad podemos ver en los cementerios, la comida
que se llevan y las mesas que se sirven el día de los muertos. En esta fiesta se
preparan las comidas favoritas del difunto y si aparecen unas moscas grandes, se
dice que el alma ha vuelto a visitar a sus familiares. En algunos pueblos del
mundo andino, se realizaban dos importantes actos, “El Pacaricuc” (Trasnochar o
velar de noche) Era realizada por los parientes del muerto, durante esta
ceremonia se mataban una llama o dos de acuerdo al status social de la persona,
se rociaba la sangre de los animales sobre el difunto y se realizaban convites.
Después del entierro regresaban danzando hasta la casa del difunto y tomaban
licor .Los familiares más cercanos no comían ají durante cinco días y en ese
período se rociaban cenizas a la entrada de la casa- Al quinto se la revisaba y
si había huellas de gallo o zorro, significaba que el espíritu había regresado
a su casa para despedirse de sus familiares.
Otro
ritual se realiza el 5to día después del falimiento, consiste el del lavado de
la ropa en buen estado del difundo, acto posterior iban a su cuarto a limpiar
todo, quemar la ropa vieja y luego a comer y beber esperando a que el alma vaya
y comparta con los parientes, para que alma después se vaya y no retorne. Esta
última ceremonia se sigue practicando en la actualidad, en algunos lugares es
llamado “Pichcay” o “Pichqa”
Ahora,
al enfocarnos en el largo camino hacia el más allá, también existen rituales
que ayudan a la ánima a llegar a salvo a su destino. Por ejemplo las mujeres no
pueden cortase el cabello y si se les cae deben ponerlos cuidadosamente en
agujeros en las paredes, ya que estos cabellos le servirán a la alma como puente cuando asó lo necesite. También es especial
la existencia del perro negro ára que ayude al ánima a pasar el rio, pues el
perro blanco por temor a ensuciarse, no colabora.
La
mayoría de las culturas, coinciden que después de la muerte van a un lugar en
el que trabajan, descansan, o pagan sus culpas. Sin embargo, existen otras que
creen que aún se quedan en el lugar donde abandonaron su cuerpo.
Si
analizamos y comparamos los rituales del ayer con los rituales del ahora
podemos rescatar que existen muchos que aún persisten, si bien no tal cual se
practicaban en aquellas épocas, pero sí con características bases.
Les
comentaré los rituales que sigue mi familia, cuando un ser querido parte. Un vez
que muere un familiar, lo primero que se hace es contratar los servicios funerarios,
para acompañar por dos días al difunto, con el fin de velarlo en su último
adiós. Así como en algunas prácticas andinas que mencioné al inicio, la
vestimenta, es esencial. Pues se viste al difunto elegante, ya que se desea que
el ultimo recuerdo que se tenga sea presentable. En caso de que sea una mujer
se le pone las joyas más lindas que posee, collares, anillos, se la maquilla y
peina, obviamente sin exagerar. Se quedará con la joya favorita, la difunta, y
las demás se las conservará y pasaran de generación en generación. Recuerdo que
mi abuelita tiene un anillo que heredó de su abuela, que hasta del día de hoy conserva
en un cofre que por su apariencia, se nota a simple vista que es antiguo. En caso
de que sea varón, de igual manera está elegante, así se lo ve como si estuviera
en un profundo sueño, y que no es la triste despedida carnal. Usualmente el ambiente
se decora con la música que más le gustaba al difunto con el fin de “darle el
gusto” y que su última velada sea enfocada específicamente a él. Los parientes,
amigos e invitados al velorio, le llevan ramos, flores, etc. Con varios fines
que generalmente tiene que ver al agradecimiento a la persona que en vida fue.
Los
familiares más cercanos, como hijos, padres, nietos, acompañan al difunto, de
sol a sol, si es posible. Aunque esto no es permitido en algunos sitios
velatorios. La ropa más cercana al difunto se la guarda, pues esta se usará en
la mesa que se pone en todos santos, en noviembre. Al día siguiente se realiza
la misa de los Santos Olios para que el alma parta en paz.
Posteriormente
se procede al entierro. Pero antes se saca el cuerpo y por aproximadamente
media cuadra se acompaña al cuerpo, donde el ataúd va primero y todos los presentes
al velorio lo acompañan detrás, como símbolo de una despedida al ánima,
gratitud y que lo acompañan en su última despedida. Luego, todos se dirigen al
cementerio, donde está listo el nicho, se acompaña, al hasta ese lugar y generalmente
os seres más cercanos al difundo, le brindan algunas palabras, usualmente
llenas de emotividad y tristeza, y mientras se mete el ataúd al nicho se le
arroja pétalos, flores, y cuando ya lo están tapando, se le hace una dedicatoria,
algo si como: “En memoria de…” y palabras que lo destaquen y caractericen, asi
como la fecha de su nacimiento y la de su defunción.
Alrededor
de la tumba y encima de ella se depositan todos los arreglos florales. Los seres
más queridos se quedan junto la tumba y son los últimos en irse. Se tiene un
estricto duelo y a los 7 días se realiza una misa, si nos preguntamos por qué 7
días, es porque el número “siete” en el mundo católico es un numero simbólico. Además,
se conoce que siete días posteriores a la muerte los ojos se revientan. El luto
continúa y poco a poco se desprende de esto. El luto, es representado por el
uso de ropa negra, como indicando que el alma está triste por una gran e
importante pérdida.
Algunas
veces vi que se pone un rozón negro en la puerta de la casa del difunto, para
informar a todos que la familia esta triste, está de luto según me comentaron
mis abuelos, este acto, era común antes, sin embargo ahora ya no lo
practicamos. Otro dato importante, recuerdo que una tía una vez me dijo “en los
funerales la gente llora desconsoladamente, sobre todo los familiares. No se
dan cuenta que eso hace que el alma del difunto sufra y no se vaya en paz, por
eso yo no lloro, no aquí, delante del cuerpo” También recuerdo que me contaron
que antiguamente se acostumbraba a hacer “El cabo de año” donde la familia está
de luto por un año desde la muerte del ser querido y una vez cumplido este año,
hacen una fiesta donde la familia delsnate de los invitados se sacan el luto,
comen y beben en memoria de que el alma del difunto yua descansa al fin en paz,
como símbolo de que ya concluyó el largo camino recorrido hacia el más allá y
al fin pudo encontrar su lugar.
En
mi familia se cree mucho en el cielo y en el infierno, pues son netamente católicos,
me gustaría recalcar que yo no pertenezco a ninguna religión, sin embargo,
estos temas me llaman mucho la atención. En fin continuemos, como les decía, mi
familia es católica y saben que las almas buenas van al cielo, que después de
la muerte están ahí como ángeles, escuchando cada vez que se les hace una
oración y ayudando a sus seres queridos como ángeles. Por otro lado, los que
han sido malos en vida, se debe rezar por sus almas, para que no sufran tanto o
para que no vayan al infierno.
Comentarios
Publicar un comentario